Todo parecía indicar que podríamos tener una buena nevada, así que la gente fue llegando al hotel Montarto con más alegría de lo habitual. Lo que ni los más optimistas pensaban era lo que nos iba a caer encima en forma de nieve de cara al domingo.
El sábado por la mañana tuvimos un gran día, por lo que el rally se pudo realizar en unas condiciones inmejorables. El punto de partida era la plataforma del Mirador y a partir de allí, cada grupo de participantes tenía una serie de pistas de dónde tenía que ir para llegar al siguiente check point. Una vez allí, había que hacer una foto para acreditarlo. Como cada año, muy buen rollo y muy divertido. Los más veteranos de la estación lo tuvieron un poco más fácil, pero todos pudieron completar sin problemas el recorrido:
Al acabar el rally pudimos disfrutar de una copa de cava en la fantástica carpa Barrahl de Blanhiblar, gentileza de la dirección de Baqueira Beret.
Habíamos tenido una intensa jornada de esquí, pero todavía nos quedaba el plato fuerte del día, la bajada de antorchas. El tiempo estaba cambiando y empezaba a nevar. A las 18:30h nos encontramos en la base de la estación, en la cota 1500, desde donde cogimos el TSD Bosque. Si el ambiente de una bajada de antorchas ya es muy especial, en esta ocasión, bajo una copiosa nevada, era mágico, con un fino manto de nieve que se deshacía al paso de los esquís. Fue impresionante. Acabamos la bajada en el nuevo bar que se acaba de abrir en la estación, donde los directivos departieron con todos los participantes, todo un detallazo. Y mientras, fuera seguía nevando...
Por la noche, y ya recuperados del gran momento de la bajada, nos volvimos a reunir todos para cenar en el restaurante Casa Turnay, en el pueblo de Escunhau, donde pudimos degustar un fantástico menú a base de platos de la cocina aranesa. Un muy buen momento para intercambiar impresiones sobre el rally, la bajada de antorchas y la nevada, que era la gran noticia del día. Y es que fuera seguía nevando...
Al acabar la cena, el grosor de nieve que había en el exterior era bastante considerable, por lo que tuvimos que extremar las precauciones para llegar al hotel. Era el colofón perfecto a un gran día. Seguía nevando...
El domingo nos levantamos con más de medio metro de nieve nueva. Del cielo seguían cayendo copos sin cesar y la visibilidad era escasa, pero semejante paquetón no se iba a quedar allí sin ser esquiado por los más aguerridos del grupo.
Fue un día de powder absolutamente espectacular. ¡Llevábamos toda la temporada esperando una nevada como ésta y justo nos cae el fin de semana Daffi! Nos marcamos unos descensos memorables para acabar el final de la jornada exhaustos pero con una sonrisa de oreja a oreja. ¡Menudo fin de fiesta!
Tras un gran fin de semana como éste, costó un poco más de la cuenta volver a arrancar el lunes, pues muchos todavía teníamos la mente en esa nieve que tanto nos deleitó. Pero lo importante es que ha empezado a nevar en serio, hace frío y nos queda invierno para rato. Nosotros, por otro lado, empezaremos a pensar en la salida del año que viene.
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Veo que os lo pasásteis genial!La nevada impresionante, da gusto esquiar con ese grosor!
ResponderEliminarUn saludo,